El limpiador de
tu alma es el perdón, deberás usarlo todo el tiempo, apenas veas una impureza,
aplícalo.
No te acuestes nunca sin haber pedido perdón y sin haber sido
perdonado.
El resultado será que te acostarás en paz y al
dormir el sueño te sustentará.
0 comentarios:
Publicar un comentario