En esta ocasión; quisiera dirigirme a ustedes, padres, no
como el Director de la Revista “Soluciones”, sino como un padre más que desea
compartir con ustedes algunas palabras acerca de la nada fácil tarea de ser
padre.
Me pregunto, ¿en qué estamos fallando?, ¿porqué sentimos que
nos esforzamos y siempre ó casi siempre, nuestra labor resulta insuficiente?
Creo sinceramente que ya es hora de detenernos y meditar a
conciencia acerca de cuáles son los ingredientes que aún nos faltan para
convertirnos en verdaderos padres. Y digo esto porque pareciera que, inmersos
en la cultura imperante, hemos confundido los roles, ó mejor dicho los hemos
separado en un corte frío y sin sentido.
Nosotros, como padres, nos sentimos responsables de llevar a
nuestros hogares todo lo necesario para satisfacer las necesidades de los
hijos, a las necesidades materiales me refiero, pero ¿qué sucede con las otras
urgencias?, ¿es que no son tanto o más importantes que las primeras?.
Muchos de ustedes, padres lectores, podrán decir que para eso
está la madre, pero permítanme decirles que específicamente en esa tarea, es
decir de la comprensión y el apoyo mutuo, la del amor y la comunicación, la del
oído atento y la palabra oportuna, hace falta el binomio padre-madre, unidos
como un inquebrantable pilar que sostenga la inmensa estructura del hogar.
Es cierto que después de larguísimas horas de trabajo en la
oficina ó en el campo volvemos muchas veces a casa con el ánimo no muy bien
dispuesto, el cuerpo cansado y la mente llena de problemas irresueltos, pero
tenemos que recordar que al trasponer la puerta de nuestro hogar es otro mundo
el que nos espera, ellos (nuestros hijos), asían reencontrase con aquel que es
el símbolo de la entereza, el hombre que les servirá de modelo para fabricar su
propia existencia y que nunca, nunca habrá de defraudarlos.
Revisemos nuestras palabras, nuestros gestos, no
desperdiciemos la oportunidad de un beso, una mirada que nos acerque, una
palabra que disipe las dudas y los temores. Al fin y al cabo ¿quién de nosotros
no daría la propia vida si fuera necesario por uno solo de nuestros hijos?.
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